¡Mi amigo cercano explora su afición por mis prendas interiores y su entrada trasera! ¡Mira cómo se divierten juntos!

Después de un típico día de arduo trabajo, el amigo de mucho tiempo de mis esposos se acercó para hacerle una visita.Al charlar en la sala, sus ojos se acercaron a mi ropa interior, que había quedado casualmente tendida en el sofá.No pudo resistir las ganas de inspeccionarlos, y con una sonrisa pícara, preguntó si me pertenecían.Sólo asentí, mi corazón se aceleraba cuando comenzó a deslizar una de mis bragas sobre su erección.Bajaba con ver unas ganas ardientes dentro de mí, lo que llevó a una intensa sesión de sexo anal.Su amigo, ahora completamente excitado, no perdió tiempo en hundir su miembro palpitante en mis pliegues húmedos.La habitación resonó con nuestros gemidos apasionados mientras me follaba sin descanso por detrás, sus manos explorando mis suaves curvas.El placer era abrumador, dejándonos a ambos sin aliento y satisfechos.A medida que nos separamos, sabíamos que esto no era solo un encuentro único.El sabor de la fruta prohibida era demasiado tierno para resistirnos.